El segundo disco, ese desafío. En él, muchos grupos buscan consolidar el sonido de sus debuts, pero estos inquietos británicos han decidido ir más allá, y han dejado atrás los efectivos pepinazos de Antidotes (2008) para adentrarse en terrenos más embarrados pero más edificantes.

Y lo que es más difícil, con un disco diferente han conseguido un sonido totalmente identificable más allá de estilos. Creo no equivocarme si digo que Foals no serán otro hype más que quemar en la hoguera de San Juan.

Cuando lo primero que escuchas de Total Life Forever es un tema con sonidos ambient de siete minutos de duración, donde las guitarras apenas tienen peso, primero te preguntas si no te has equivocado de grupo y después, a uno le entran ganas de escuchar más.

Y una vez que te embarcas en el viaje, te encuentras canciones mucho más elaboradas con un sonido más trabajado y menos inmediato, que abre el debate de siempre: ¿pretenciosidad o inquietud artística? Pon un 2 en la quiniela.

El empujón final: tuve enormes dificultades para distinguir un potencial single como lo fueron Red socks pugie o Cassius. Mi lado indie comienza a despertar del letargo de un año bastante pobre en lo musical.


"Spanish Sahara"