'Das weisse Band', película de Michael Haneke, llegaba hace unos meses al Festival de Cannes, con todos los honores y el beneplácito de la crítica. Había ganado ya para aquel entonces, el premio de la crítica Internacional (Premio Fipresci), y partía como la gran favorita para hacerse con La Palma de Oro.

Y efectivamente, este largometraje, en blanco y negro, presentado por el director austriaco Haneke, se hizo con el máximo galardón.

Ahora, se presentaba en San Sebastián, Sección Zabaltegi, Perlas de otros festivales. Y como conseguí zafarme a tiempo de los caza- autógrafos, y Nate ya había cubierto la de Tarantino, me indujo a visionar esta cinta y a realizar la correspondiente crítica... Me dijo, "Una apuesta segura amigo H, esta hay que verla" ;)

Así que yo para allí me fui, camino del Kursaal donostiarra, dispuesto a ver la película que la crítica cinematográfica internacional, había designado como la mejor del año.

Lo primero que pensé fue... espero que no sea lenta, porque 145 minutos de película justo después de comer... peligro!

"La cinta blanca", que así se llama en castellano, nos transporta a un pueblo del norte de Alemania. La Alemania protestante de 1913-1914, justo en vísperas del estallido de la Primera Guerra Mundial. Un pueblo de lo más extraño. Regido por los rigurosos principios morales, que rige la iglesia. Dónde el autoritarismo por parte de unos, y la sumisión por parte de otros, es el "modus operandi" habitual del día a día. Y esa es justo, la didáctica que se enseñaba en las aulas de aquel sistema educativo alemán, previo a la I Guerra Mundial. Se inculcaba la violencia en el sistema educativo, ya que todo estaba basado en el castigo y en la vergüenza.

En este pequeño pueblo, empiezan a suceder una serie de extraños acontecimientos. Agresiones a jóvenes y no tan jóvenes, intentos de asesinato, incendios intencionados, que siembran el pánico y la rumorología (posiblemente me acabo de inventar esta palabra), entre los aldeanos.

Los niños, parecen ser los principales sospechosos de todos estos actos. Y son los principales protagonistas de la película. Vaya pandilla de siniestros! En palabras del director:"Un grupo de niños que erigen en absoluto los principios de sus padres. Cuando alguien cree poseer la verdad sobre lo que es justo, se torna rápidamente inhumano: esa es la raíz de cualquier terrorismo político". Ale ahí queda eso!

Si fuera un gran crítico de cine, os diría que Michael Haneke, ha conseguido hacer una escalofriante pintura, de la sociedad de este pequeño pueblo alemán de principios de siglo, y ha sabido retratar su crudeza, con ascetismo narrativo, planos fijos y rigor fotográfico. Para ello ha creado una escena tan realista como dolorosa. Sin ningún tipo de efecto, con la exposición simple, y descarnada, que le corresponde a la aspereza de la historia contada y carga de tensión el metraje y a sus personajes.

Pero como no lo soy, y últimamente parece que tengo una "guerra abierta", contra los que creen tener la verdad absoluta, para dictar qué películas merecen ser vistas, y cuales no, me dejaré de palabrería. Diré, qué me no me gustó nada. Me pareció muy lenta, demasiado, y me resultó muy aburrida. La historia no está mal, si su intención es analizar los porqués del comportamiento de la sociedad nazi... Pero vaya aburrimiento. Lástima que no fueran más cómodos los asientos del Kursaal, si no...

Supongo que la película estará bien, ya que a gente de mi alredeor le gustó, pero si por mí fuera, ya le han dado todos los premios que le tenían que dar. Por cierto, Nate, te gustará, no dejes de verla!! 8). Me voy que cuando suenan los avisos de última llamada en el Zinemaldia, no se espera a nadie. Hasta otra ;)