Que Álex Ferreira es un músico de lo más prolífico es algo que ya sabíamos los que le seguíamos la pista antes de que lanzara su primer LP, Un Domingo Cualquiera. El dominicano afincado en España desde hace seis años había estado preparando su salto mortal publicando varios EPs, y para cuando presentó su primer álbum ya había conseguido ganarse a un público fiel, además de haber despertado el interés de la crítica especializada. Siguiendo con su alto ritmo de producción, Álex acaba de presentar Dulus Dominicus, un cuidado EP con cinco canciones con el que sigue saciando su necesidad de vacíarse entre acordes, frases y estribillos.

Silencio de Ascensor es el tema encargado de abrir el último trabajo de este dominicano de acento dulce, una canción acústica que habla sobre secretos e incómodos silencios, acolchada por unos coros casi espirituales. Con la fuerza de Dulus Dominicus y Sal (un ágil juego de palabras) llegamos hasta el mismísimo corazón del EP, y en Los discos daban vueltas uno se ve obligado a hacer un parón. Este tema, una debilidad personal,  tiene color grisáceo y tono oscuro y grave, y habla del ritual que antes suponía disfrutar de un buen disco de vinilo, una liturgia casi olvidada, sepultada por las prisas y la tecnología que los melómanos echan de menos y a las nuevas generaciones les resulta prehistórico. Cierra el EP El blu del ping pong, una versión del afamado tema de Rita Indiana en la que Álex muestra su lado más latino y desenfadado, una buena manera de ponerle el broche final con una sonrisa dibujada en la boca.

 

Podéis escuchar el EP completo en Spotify