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Chico americano, chica americana Antología de poemas de Jim Morrison

Texto: Samuel

El 17 de abril de 1971 Jim Morrison parte hacia Paris. Allí se reunirá con Pamela Courson, su compañera, su amante, superviviente de infidelidades y no pocas peleas e inspiración para Queen of the Highway. Permanecerán juntos hasta el final.

En America deja a los Doors en pleno proceso de mezclas de su último álbum, L.A. Woman, disco con el que se ganarían de nuevo el favor de la crítica. También deja pendiente un fallo judicial por blasfemia y exhibición indecente en aquel famoso concierto en el Dinner Key de Miami. Y en América deja sobre todo malas sensaciones. Sus últimos conciertos, en Dallas y en Nueva Orleans, no fueron muy bien. Parecía que toda la magia de la banda se había esfumado. La disolución del grupo parecía cada vez más cercana.

Lo cierto era que Jim estaba cada vez más cansado de la música, de su espectáculo, de su gloria efímera. Renegó de su propia imagen, explotada a partes iguales por él mismo y por la prensa. Engordó, se dejó barba, se apartó del mundo e inició un viaje tranquilo con el que pretendía alejarse de todo y de todos -Los Ángeles, el grupo, los arrestos, los juicios…- y empezar una especie de nueva vida, concentrándose en aquello que realmente llenaba su vida: la poesía. Y París parecía el lugar idóneo para empezar de nuevo.

Ya en París, y tras unas semanas, se establecieron definitivamente en el número 17 de la calle Beautreillis, en el barrio de Le Marais. Otro mundo, con una nueva rutina. Jim a menudo se quedaba en casa, trabajando en sus composiciones, mientras Pam trabajaba en una tienda de ropa. Cuando salía a la calle, nunca olvidaba llevar consigo una bolsa llena de libretas cuarteadas, abarrotadas de poesías y canciones, siempre dispuestas para una repentina inspiración. Todo parecía ir bien. La capital parisina le brindaba el necesario anonimato para ser él mismo.

Pero este deseado exilio no le libró de sus problemas. Su estado de salud había empeorado mucho en los últimos años. Tras una existencia llena de excesos -alcohol, heroína y tres paquetes de tabaco al día, le dejaron una salud límite, siempre a punto de quebrarse. Y se quebró.

La mañana del 3 de julio, Pam encontraría el cadáver de Jim en la bañera. Un hilo de sangre había brotado de su nariz y en su cara parecía dibujarse una sonrisa. Parecía como dormido, como si la estuviese gastando una broma cruel. Pero no fue así. Estaba muerto, oficialmente, de un ataque al corazón.

James Douglas Morrison, poeta, compositor, cantante, fue enterrado el 7 de julio en el cementerio Père Lachaise. Sólo estuvieron presentes cinco personas.
Unidos hasta el fin. Pam nunca se recuperó de su pérdida. Una sobredosis acabó con su vida tres años después.

Jim publicaría tres libros en vida: Las Nuevas Criaturas (1968), Los Señores (1969) y Una Oración Americana (1970).

Su poesía es fragmentaria, caótica. Un viaje alucinado donde se mezclan ritos chamánicos y sus propios fantasmas interiores, en una batalla constante por exorcizarlos. Simbolista y pagano, genio errante, sus versos se mueven en el mundo de lo onírico, de lo surreal, siempre dispuestos para un destino trágico, con el sexo, la violencia o la vida nómada como constantes invocaciones.

La guerra de Vietman…

¿Sabes que son plácidos almirantes / quienes nos conducen al exterminio / y que obesos y torpes generales adquieren / el obsceno vicio de la sangre joven? (Una Oración Americana)

Los “Señores”, es decir la autoridad, el poder establecido…

Los Señores nos apaciguan con imágenes. Nos dan libros, conciertos, galerías, espectáculos, cines. Especialmente cines. A través del arte nos confunden y nos ciegan a nuestra esclavitud. El arte adorna las paredes de nuestra prisión, nos mantienen en silencio, distraídos e indiferentes. (Los Señores)
El alcohol, las drogas…

¿Por qué bebo? / Para escribir poesía. // A veces cuando ha dado todo de sí / y todo lo horrible se repliega / en un profundo sueño / Hay un despertar / y todo lo que queda es verdad. / Destroza el cuerpo / y el espíritu se hace más fuerte. // Perdóname Padre porque sé / lo que hago. / Quiero oír el último Poema / del último Poeta. (Desierto)
Y llegué a ti / en busca de paz / Y llegué a ti / en busca de oro / Y llegué a ti / en busca de mentiras / Y tú me diste fiebre / y sabiduría / y gritos / de dolor / Y aquí estaremos / el próximo día / el próximo día / y / Mañana. (Desierto)
El amor y la muerte, siempre presentes, como las fuerzas que mueven el mundo…

El Cruce / un lugar donde los espíritus / viven para susurrar al / oído de los viajeros e / interesarles por su destino // El autostopista bebe: / “Invoco de nuevo a los oscuros / dioses ocultos de la sangre” // - ¿Por qué nos llamas? / Ya sabes el precio. / Nunca cambia. Tu muerte / te dará vida y te / librará de un vil destino. / Pero se está haciendo tarde. / - Si pudiera volver a verte / y hablar contigo, caminar / un rato en tu compañía, / beber el embriagador brebaje / de tus conversaciones, / pensaba // rescatar un alma ya arruinada. / Lograr una tregua. Robar oro / verde en un ataque pirata y / llevar al campamento la gloria / de antaño. (Desierto)

Ella era una princesa,
Reina de la autopista.
El letrero de la carretera decía:
«Llévanos a Madre».
Nadie podría salvarla,
Salvar al tigre ciego.
Él era un monstruo,
Vestido de cuero negro.

Ella era una princesa,
Reina de la autopista.

Ahora están casados,
Ella es una buena chica,
Desnudos como niños
En la pradera.
Desnudos como niños,
Completamente salvajes,
Preparados para tener hijos,
Volver a empezar,
Volver a empezar.

Chico americano,
Chica americana,
¡La gente más hermosa del mundo!
Hijo de un fronterizo remolino indio,
Bailando a través del torbellino de la medianoche,
Sin forma
Espero que esto dure un poco más de tiempo.


Queen of the Highway
(Morrison Hotel, 1970)




“Mientras hay gente se recordarán palabras y combinaciones de palabras. Nada podrá sobrevivir a un holocausto, excepto la poesía y las canciones.”



MORRISON, Jim. Canciones. Manzano, Alberto (trad.) Madrid: Fundamentos, 2003. 192 p. Espiral; 80. 978-84-245-0747-3. Este volumen recoge todos los temas que Jim Morrison escribió para los Doors, junto al poemario An American Prayer, la “Oda a Los Ángeles”, dedicada a Brian Jones, y “El ojo”.

MORRISON, Jim. Las nuevas criaturas ; Los señores. Manzano, Alberto (trad.) Madrid: Fundamentos, 2008. 153 p. Espiral; 123. 978-84-245-0511-5.

MORRISON, Jim. Desierto. Manzano, Alberto (trad.) Madrid: Fundamentos, 2000. 187 p. Espiral; 163. 978-84-245-0652-9

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3 Response to "La Biblioteca: Antología de poemas de Jim Morrison"

  1. Antoine Said,

    Me ha encantado Sami, muy interesante tio, enhorabuena.

    Posted on 22 de diciembre de 2010, 22:16

     
  2. H Said,

    Vaya, no tenía ni idea de todo eso que cuentas. Desconocía que escribía poesía (a parte de la de sus canciones)! No conocía la vida del artista, sólo la trayectoria del cantante! Pero apuesto a que a un amigo le encantaría leer todo esto!

    Abrazacos!

    Posted on 23 de diciembre de 2010, 0:34

     
  3. Samuel Said,

    Antoine
    Gracias por pasarte, aunque hay algo que me preocupa: ¡casi todas las reseñas te parecen interesantes! Me estoy empezando a preocupar.

    H.
    Pues sí, era una faceta bastante desconocida de él, pero, sin embargo, era de la que más orgulloso estaba. A ella le dedicó toda su vida.

    Abrazos

    Posted on 24 de diciembre de 2010, 12:32

     
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