Dos pasos en falso: trompezón.
Leyendo una de las múltiples críticas que he podido encontrar en los últimos días del nuevo disco de Placebo, me ha llamado la atención que ésta se desmarca de las demás concluyendo que Battle for the sun no supone más variación en el rumbo del grupo que el del cambio de batería. Y ahí difiero bastante. La banda liderada por Brian Molko nunca se caracterizará por unas composiciones optimistas y resplandecientes que nos hagan querer vivir cada día como si fuera el último, pero en Battle for the sun se nota cierta inquietud por dotar a las canciones de una mayor luminosidad y en ocasiones de un toque más festivo con algunos ritmos y coros hasta ahora no asociables al sonido Placebo.
Más allá del hecho (casi irrebatible) de que los 3 primeros discos de la banda alcanzaron un nivel dificilmente recuperable, los discos de Placebo siempre han contenido un buen número de canciones más que interesantes y el resto lo ponía la personalidad y la andrógina e hipnótica voz de Brian Molko. Sleeping with ghost era quizás demasiado denso y disperso y Meds, aunque con unos cuantos temas más que resultones, estaba plagado de dudas que nos hacían plantearnos si el grupo había perdido el rumbo definitivamente. Battle for the sun no viene a resolvernos la incógnita.
El inicio del disco es prometedor. Como nos tienen acostumbrados, el opener del disco es una descarga de adrenalina que sacia las ganas de nuevo material de los británicos. cumple 100% su cometido, queremos más. Kitty litter. Ashtray heart y sus coros festivos (en español!) nos aportan la primera dosis de "novedad" en el nuevo disco. Como explicaba antes, se trata de una nueva oscura-luminosidad que no me acaba de encajar demasiado con lo que espero de Placebo.
La canción que da título al album es de corte más clásico, algo más cercano a lo que nos tienen acostumbrados con sus toques atormentados adornados con las incendiarias guitarras marca de la casa. Uno de los mejores temas del paquete. El primer single titulado For what it's worth es otra de las muestras de los temas sonoramente más optimistas donde manda el sónido de las trompetas, que sin embargo tan solo cumple sin llegar al nivel de cualquier single presentación de los anteriores discos de Placebo.
Llegamos a uno de los momentos más destacables del disco, Devil in the details, que como en el resto de casos, alcanzamos aplicando la formula original que tan buenos éxitos les reportó: guitarras estridentes, estribillos rabiosos, letras casi propias de atormentados adolescentes y épicos finales. Esa fórmula que siempre ha funcionado tan bien y que divide casi por partes iguales a defensores y detractores del resultado final: Placebo en esencia pura.
Parece que la estructura del disco está clara: una canción de corte conservador mezclada con otra con algún tipo de riesgo a lo anteriormente realizado. No se si Bright lights habrá tenido alguna réplica similar en su discografía pero se me antoja el tema más pop del disco. Y no suelen hacer concesiones a ese tipo de sonidos. Talk in tongues es un medio tiempo juguetón y Never-ending why recupera la rabia en las guitarras y los estribillos pegadizos para dar paso a Julien, en la que coquetean con la electrónica de forma bastante acertada.
La recta final del disco está marcada por la irregularidad que caracteriza a Battle for the sun. Por un lado se me antoja del todo prescindible la previsible e insulsa Happy you're gone. La guitarrera Breathe underwater se deja escuchar con el estribillo como mayor activo y con olor a cara-b. El baladón del disco es Come undone, que aunque aparente queda muy lejos de los temas lentos más significativos de la banda como la maravillosa Without you I'm nothing (palabras mayores). El decimotercer y último corte es King of medicine con un teclado que adorna la melodía y que busca un poco de épica para cerrar el segundo tropezón consecutivo de Placebo.
¿Camino de no retorno?
Más allá del hecho (casi irrebatible) de que los 3 primeros discos de la banda alcanzaron un nivel dificilmente recuperable, los discos de Placebo siempre han contenido un buen número de canciones más que interesantes y el resto lo ponía la personalidad y la andrógina e hipnótica voz de Brian Molko. Sleeping with ghost era quizás demasiado denso y disperso y Meds, aunque con unos cuantos temas más que resultones, estaba plagado de dudas que nos hacían plantearnos si el grupo había perdido el rumbo definitivamente. Battle for the sun no viene a resolvernos la incógnita.
El inicio del disco es prometedor. Como nos tienen acostumbrados, el opener del disco es una descarga de adrenalina que sacia las ganas de nuevo material de los británicos. cumple 100% su cometido, queremos más. Kitty litter. Ashtray heart y sus coros festivos (en español!) nos aportan la primera dosis de "novedad" en el nuevo disco. Como explicaba antes, se trata de una nueva oscura-luminosidad que no me acaba de encajar demasiado con lo que espero de Placebo.
La canción que da título al album es de corte más clásico, algo más cercano a lo que nos tienen acostumbrados con sus toques atormentados adornados con las incendiarias guitarras marca de la casa. Uno de los mejores temas del paquete. El primer single titulado For what it's worth es otra de las muestras de los temas sonoramente más optimistas donde manda el sónido de las trompetas, que sin embargo tan solo cumple sin llegar al nivel de cualquier single presentación de los anteriores discos de Placebo.
Llegamos a uno de los momentos más destacables del disco, Devil in the details, que como en el resto de casos, alcanzamos aplicando la formula original que tan buenos éxitos les reportó: guitarras estridentes, estribillos rabiosos, letras casi propias de atormentados adolescentes y épicos finales. Esa fórmula que siempre ha funcionado tan bien y que divide casi por partes iguales a defensores y detractores del resultado final: Placebo en esencia pura.
Parece que la estructura del disco está clara: una canción de corte conservador mezclada con otra con algún tipo de riesgo a lo anteriormente realizado. No se si Bright lights habrá tenido alguna réplica similar en su discografía pero se me antoja el tema más pop del disco. Y no suelen hacer concesiones a ese tipo de sonidos. Talk in tongues es un medio tiempo juguetón y Never-ending why recupera la rabia en las guitarras y los estribillos pegadizos para dar paso a Julien, en la que coquetean con la electrónica de forma bastante acertada.
La recta final del disco está marcada por la irregularidad que caracteriza a Battle for the sun. Por un lado se me antoja del todo prescindible la previsible e insulsa Happy you're gone. La guitarrera Breathe underwater se deja escuchar con el estribillo como mayor activo y con olor a cara-b. El baladón del disco es Come undone, que aunque aparente queda muy lejos de los temas lentos más significativos de la banda como la maravillosa Without you I'm nothing (palabras mayores). El decimotercer y último corte es King of medicine con un teclado que adorna la melodía y que busca un poco de épica para cerrar el segundo tropezón consecutivo de Placebo.
¿Camino de no retorno?
"For what it's worth"
Battle for the sun (2009)
Placebo
H Said,
A mi es un grupo que me gusta, y me sorprendió muchísimo en directo!
Este último no lo tengo, y no he escuchado nada. Lo haré porque en menos de un mes seguramente vuelva a verlos en directo.
Ya te contaré.
Un abrazo
;)
Posted on 22 de junio de 2009, 14:22
jmgil Said,
Yo esta mañana he recibido el nuevo disco en vinilo. Y además acaban de confirmar que vienen a Cartagena en Julio!
Guay!
Posted on 23 de junio de 2009, 22:06