Alondra Bentley es una joven británica afincada en España desde los cuatro años, y desde que hace poco publicara su primer disco, Ashfield Avenue (nombre de la calle de Lancaster donde nació), ha desatado una tormenta de elogios y expectación en el cada día más poblado panorama indie nacional. Desde que Russian Red se metiera a público y crítica en el bolsillo, son muchas las cantantes folk que se han visto beneficiadas por esa inercia positiva que puso en movimiento Lourdes, pero no voy a caer en el recurrente error de compararlas. Con todos mis respetos (me encanta su disco), la autora de Cigarrettes no ha inventado nada, y es que siempre han existido las solistas como ella, aunque he de reconocer que ella es la causante de haberlas puesto de moda de nuevo. Ashfield Avenue es un disco redondo, un excelente álbum de debut que está dando y dará muchísimo de qué hablar. Trece canciones en las que Alondra hace funambulismo con su voz sobre un delgado hilo de seda, y te envuelven en una atmósfera mágica, llena de deliciosos matices que hacen que cada canción se convierta en un diminuto universo sonoro. Ashfield Avenue es un disco que se puede disfrutar en soledad, pero es más agradecido cuando lo escuchas en compañía y es que, entre otras muchas cosas, invita a hacer el amor al compás de sus dulces melodías. Para éste primer trabajo, la británica se ha rodeado de gente importante del mundo indie español como Xel Pereda, Vicente Maciá, Xema Fuertes, Joaquín Pascual (Travolta, Mercromina, Surfin’ Bichos), Gary Olson (The Ladybug Transistor), Isobel Knowles (Architectures In Helsinki), Muni Camón (Maddening Flames, Remate) o Fino Oyonarte y Cristina Plaza (Clovis), que han aportado su granito de arena para hacer de Ashfield Avenue una de las grandes sorpresas del año. Temas como la suave ... , The petal house (que evoca a los dibujos que hacía de pequeña, en los que los tejados de las casas eran de pétalos), la preciosa I feel alive, Sugarman, que suena tan antigua y nueva a la vez o la perfecta Meltdown (sensacional el empaste de voces con Gary Olson) hacen de su primer disco un trabajo diverso pero compacto a la vez. Alondra quería un vestido de gala para su puesta de largo, y encontró en el laboratorio musical de Paco Loco la sastrería adecuada para estar guapa como ninguna, conjuntada de los pies a la cabeza. Ashfield Avenue es una lluvia de delicadas melodías que te empapan, y ella una niña que juega con voces, melodías y ritmos como quien mezcla agua y arena para construír castillos en la orilla del mar. Un disco que crece en días soleados, que sabe a agua y huele a hierba mojada, perfecto como veis para la época en la que estamos...

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"I feel alive"




Myspace de Alondra Bentley