Cuarenta y cinco minutos después del horario previsto, comenzaba el concierto de Anthony & The Johnsons ayer en San Sebastián. Una vez a oscuras, un sonido que podría hacer temblar a los más pequeños, invadió el auditorio Kursaal, apareciendo en escena una bailarina ataviada con extrañas vestimentas. Calzando grandes zancos y dejando entrever su desnudez, permaneció en el escenario durante tres piezas musicales (demasiadas). Finalizada su actuación, volvió la oscuridad al escenario, y por fin, una hora después de lo estipulado, empezaba lo que llevábamos tiempo esperando. Disfrutar de la asombrosa voz de Antony Hegarty en directo, acompañado de esos musicazos llenos de talento, que se hacen llamar, The Johnsons.

Casi en penumbra, apenas diferenciándose la silueta de seis músicos sobre el escenario, sonaron los primeros acordes de “Where is my power”. La voz de Anthony llenaba el auditorio, y de qué manera. Pero no se descubriría su figura, hasta la siguiente canción. Sin duda, una buena puesta en escena, que continuó durante todo el concierto, consiguiendo un clima perfecto para el desarrollo de su música, con el juego de sombras, luz tenue y oscuridad.

Pronto comenzaron a aparecer los grandes temas de su álbum “I am a bird now”, y los aplausos se convirtieron en largas ovaciones. Y es que pocas veces se mejoran las canciones originales en los directos, pero versiones como las que se marcaron en temas como “For today I´m a boy”... para quitarse el sombrero. Anthony & The Johnsons, consiguieron desplegar un sonido brutal. ¡Cuánto talento junto sobre el escenario!. 6 musicazos armados con guitarras, violines, bajo, batería, chelo, saxo, acompañaban al piano de Anthony, haciendo las delicias del respetable.

Por supuesto, la inconfundible voz de Anthony en directo es digna de elogio. Qué manera de controlar la voz! Capaz de mecerla entre el sonido de los violines, dándole ese cariz “afeminado”, para dotarla después del aplomo necesario, para imponerse a los instrumentos, en su momento álgido, con ese portentoso chorro de voz !

La verdad es que da gusto ver conciertos de calidad, y con un público tan respetuoso. Dicen que la gente del norte es fría en los directos, pero que si te la ganas, responde. Lo de ayer fue un claro ejemplo. Durante el transcurso de una canción, Antony se dio el gustazo de hacer un silencio más largo de lo habitual. Estuvo casi 20 segundos, callado, parado, mirando al público, casi a oscuras, y durante ese silencio, no se escuchó nada, ni un respiro, en una sala con casi dos mil personas! Sólo escuché el sonido de mis pelos erizándose!. Prosiguió la canción, y al finalizarla tuvo una señora ovación. A mí, personalmente, un público así, me gusta. ¿Será que soy del norte? 8)

En fin, que así da gusto. Si os gusta su música, no dejéis de verles en directo.(Próximamente en Murcia y Madrid). Merece la pena disfrutar de más de dos horas de buena música. Eso sí, no os apuréis si llegáis justos al concierto, que lo de empezar con retraso, se está convirtiendo en una constante en sus directos.

Con la canción que cerró el concierto, posiblemente su canción más conocida, me despido. Hasta la próxima 8)

Hope there is someone - Antony and the Johnsons (live).