Aunque una gripe bastarda me impidió disfrutar de gran parte de la edición de este año del Actual, antes de ponerme febril pude disfrutar de alguno de los conciertos que más esperaba de este festival que crece año a año. Maika Makovski ha sido sin duda una de las grandes triunfadoras del 2010 que ya hemos dejado atrás, y su actuación en Logroño se presentaba como una oportunidad inmejorable para seguir afianzando una carrera que, ahora sí, parece haber despegado definitivamente. El lugar escogido para el concierto fue la Sala Modus de la capital rionaja, un local que, tal vez, no sea el perfecto para este tipo de eventos pero que, al fin y al cabo, es uno de los pocos lugares que apuesta por la música en directo en la ciudad. La expectación por la visita de Maika,  unida a la actuación previa de los riojanos Moondomain y el bajo precio de las entradas hizo que la sala presentara un lleno espectacular y que incluso hubiera un buen número de personas que se quedaran fuera. Y nunca sabrán bien lo que se perdieron...

Como he dicho, abrieron el concierto los locales Moondomain con su autodenominado rock on fire. Los riojanos se encargaron de caldear el ambiente durante alrededor de tres cuartos de hora, tiempo en el que desgranaron con gran energía y fuerza su último álbum de estudio, Disbelieve. Aunque su sonido es bastante más "heavy" de lo que mis oídos están acostumbrados a escuchar, he de reconocer que sonaron estupendamente; guitarras afiladas, buenas líneas de bajo y contundencia a la batería. Eso sí, si algo llama la atención de este grupo es la increíble voz de Helen (muy similar a la de Gwen Stefani, por cierto), que es capaz de llevar las canciones hasta lugares inimaginables. Buen show el de Moondomain, que además contó con el apoyo incondicional de muchos de sus fans y amigos que se acercaron a compartir un momento tan especial para ellos como lo es una actuación en el Actual.

Después de una corta espera, por fin llegó el momento que todos estábamos esperando y Maika subió al escenario con esa sonrisa de confianza que sólo lucen los que saben que van a hacerlo bien. Si algo desprende esta mujer es precisamente eso, confianza, personalidad y carácter, atributos que, lejos de abandonarle, se van haciendo más visibles a medida que las canciones van fluyendo. Acompañada por su banda habitual, la mallorquina repasó en profundidad su último álbum, metiéndose a los fans en el bolsillo a golpe de canciones y convirtiendo al makovskismo a todos aquellos que hasta esa noche no la conocían. Además de una bonita voz capaz de soltar flores y veneno, es impagable ver cómo se mueve sobre el escenario; elegancia, pasión y, por qué no decirlo, sensualidad, mucha sensualidad. Se desenvuelve con soltura tanto con la guitarra como con el teclado, y sabe cómo mirar y sonreír en cada momento. No es que se desenvuelva bien sobre el escenario, es que se adueña de él de una manera absoluta.



Durante la hora y media larga que duró su concierto Maika repasó con detalle su último y exitoso álbum. A veces dulce, como en Friends, The Deadly Potion of Passion o Cars that went by, otras dura como en Game of Doses o Devil tricks, desatada en No blood o sugerente en Lava Love, demostró que domina a la perfección todos los registros, acompañada por sus músicos de confianza, que consiguen darle el empujón necesario para que las canciones brillen con más fuerza aún. Si a esto le sumamos la sorprendente aparición de Ignacio Celma (Havalina), que les acompañó en un par de temas, y el obligadísimo bis ante un público rendido a sus pies, el resultado global es un señor concierto que todos los asistentes tardaremos en olvidar. Se dice que a los grandes artistas se les mide en las grandes citas, y después del rotundo éxito de Maika en un festival del prestigio del Actual, cuesta imaginar que algo pueda detener a esta mujer de armas tomar. Abran paso, señores...